Lo primero que me llamó la atención fue el título. ¿Réquiem por los cuentos de hadas? ¿Qué era eso?
Leí la sinopsis y supe que tenía que conocer la historia del príncipe maldito. No me arrepiento de haberme hecho con el libro. Los personajes evolucionan a medida que transcurre la historia de una forma tan natural que cuando acabas, no puedes imaginar que hayan sido de otra manera.
Quien lea este libro debe tener la mente abierta y esperar lo inesperado. Las referencias a los cuentos están por todas partes y me han sacado más de una sonrisa.
Me quedo con la cantidad de mensajes y reflexiones que hay a lo largo del libro. Y con esas frases con las que tan identificada me siento. Solo le pongo un pero: las pequeñas erratas que he encontrado dispersadas, pero para nada impiden la lectura
