Esta segunda parte no deja indiferente. María mantiene la tensión en todo momento, con escenas muy bien trabajadas y unos personajes que no dejan de evolucionar. También aparecerán algunos nuevos que cambiarán el curso de la vida de la protagonista, Gwen, y le añadirán un toque especial a la novela.Este es el final que merecía la historia y, sobre todo, Gwen.
