«Los Seis regresarán al mundo, pero lo harán en forma de venganza. Así se ha profetizado y así se cumplirá. La Ira de los Seis caerá sobre los hombres y solo unos pocos elegidos sobrevivirán. Podremos comenzar de nuevo, junto a ellos. Y en breve veremos otras maravillas en el mundo que te harán creer. Hemos sido tocados por los dioses. No debemos temer su castigo. Seremos los heraldos del Sextheón, los que anteceden la llegada de Los Seis».
Si en Portadores del Don vivimos las aventuras de Berthal, en La Ira de los Seis sufrimos con lo que el destino les ha deparado a todos los personajes tras el desastre de La Gran Cámara en Hendo Broquel.
El gobierno de Terra Bóreas ha cambiado por completo. Cinco años después de la masacre en la capital, y con Sissel muerto, el Exarca Brolle se ha hecho con el control del continente y está dispuesto a masacrar a cualquier deivo que se atreva a asomar la cabeza. Terra Bóreas se ha convertido en el lugar más peligroso del mundo si tienes poderes… y Terra Meridia si no los tienes. Berthal y sus amigos se han visto obligados a huir hacia el sur en busca de un hogar, aunque lo único que han encontrado ha sido un lugar salvaje, donde no puedes confiar en nadie, puede que ni siquiera en tu propia familia. Mientras, Helga, a quien Berthal cree muerta, se ha refugiado con Trygg en el Gran Salar, una zona devastada por la ausencia de agua y alejada de la mano de los Seis. Sin embargo, ni Berthal cree que vagar por Terra Meridia sea lo único que pueda hacer, ni Helga está dispuesta a consumir sus años de vida apartada del resto del mundo.
Ya conocemos a los personajes, o eso creíamos… Berthal ha cambiado mucho en todo este tiempo. Ya no es el chico dulce que veíamos en el primer libro, su corazón se ha endurecido y carga sobre sus hombros el peso de ser el responsable de la supuesta muerte de Helga. Tampoco el viaje por Terra Meridia le ayuda a sentirse a gusto con el grupo con el que viaja, sobre todo al descubrir que Rasmus le ha ocultado cierta información. Por su parte, Helga está cansada de ser la dama en apuros, de que Trygg la cuide como si fuera de cristal y no le permita ir más allá de la sierra para descubrir qué ha ocurrido en Terra Bóreas, de modo que decide coger el toro por los cuernos y encargarse de su propia vida… aunque eso signifique abandonar a quien más ama.
La Ira de los Seis nos hace viajar a los confines del mundo creado por Daniel. La historia se vuelve más compleja, se lanzan mensajes muy claros contra la traición y las relaciones tóxicas. Indagamos aún más en la mitología de este mundo, tan bien trabajada que casi pareciera real. El nivel de detalle aumenta en esta segunda entrega, lo que nos hace más partícipes de la historia. Personalmente, yo misma me he sentido una deivo buscando mi lugar en este mundo fantástico y peligroso.
Sin lugar a dudas, La Ira de los Seis es una continuación más que impresionante. Dicen que las segundas partes no son buenas, pero esta es la excepción que confirma la regla. Estoy deseando tener en mis manos la tercera y última entrega de la trilogía y descubrir, al fin, si aún hay esperanza para nuestros protagonistas, en especial para Berthal.
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