«Benjamin trata de ignorar la existencia de los vampiros, mientras que Natalie no puede obviarla ya que ha vivido apresada desde pequeña por uno de los más poderosos.
Sus caminos se cruzarán cuando el vampiro centenario Jackson decida acabar con las Leyes Vampíricas que regulan la convivencia entre ambas especies.
Los vampiros deben volver a ser los primeros en la cadena alimenticia. Y esta vez, para siempre».
No suelo dar las 5 estrellas porque soy bastante exigente, pero Laura ha superado todas mis expectativas y ha conseguido que me den ganas de convertirme en vampiro (mi criatura sobrenatural oscura favorita, por cierto) para ir a clase en Nazaryann.
Esta no es una historia de vampiros corriente. Está plagada de giros inesperados y personajes muy grises, como la directora Evelyn, de quien no me fío un pelo. Los protagonistas, Benjamin y Natalie, no acaparan toda la historia a pesar de ser el hilo conductor de la novela. Conocemos el punto de vista de Allen, Kate, los hermanos Nakamura, el psicópata Jackson, Verónica y Boris, entre otros. Sin duda, mi personaje favorito, además de Kate, es la dulce y entusiasta Rita.
Aprendemos sobre Persuasión, Reflejos, Puntería, Medicina Vampírica, Historia de los Vampiros, el comportamiento de los Vampiros Niños y Adolescentes, y todas las clases de vampiros que hay (alas blancas, patas peludas y comunes). Esto último es lo que más me ha llamado la atención, porque se crea incluso una jerarquía dentro de los que coronan la pirámide “alimenticia”.
En cuanto a la lectura, es ligera y adictiva. Laura no se anda con rodeos a la hora de contar las cosas, va al grano y nos proporciona los detalles necesarios para comprender lo que ocurre. Sabe enlazar las escenas y los capítulos, los saltos temporales no son bruscos y nos muestra el mundo vampírico que ha creado con sutileza. No sabría elegir un pasaje favorito en la novela, porque todas las escenas están muy bien construidas.
Tal vez sea una novela juvenil, pero su público puede ser de cualquier de edad a partir de los 13 o 14 años. Estoy deseando leer el Segundo Año de Nazaryann y descubrir cómo Benjamin lidia con su condición de alas blancas, y Natalie con la suya de presa (o, tal vez, algo más) de Jackson.
¿Recomendado? Al 100%.