EL ÁNGEL ROJO, FRANCK THILLIEZ. 

SINOPSIS. 

Al verlo, supo que el horror no tiene nombre. La visión de ese cuerpo resultaba escalofriante; aquella mujer había sido mutilada de una forma espantosa, tras horas de horribles tormentos. A pesar de su dilatada experiencia con algunos de los sucesos más dantescos de la criminología parisina, para el comisario Sharko todos aquellos indicios no encajaban con ningún perfil que hubiera conocido jamás. 

Las pistas apuntaban directamente a algún elaborado crimen ritual. Sin embargo, y a pesar de los análisis forenses y las pesquisas policiales, Sharko no encontrará la principal pista sobre el terreno, sino en su hogar. 

En efecto, un correo electrónico que el propio asesino se encarga de enviar al comisario le abrirá a éste las puertas de un mundo de crueldad gratuita. En el curso de su investigación, Sharko contará con una pista: los métodos del criminal recuerdan a un fanático religioso, el padre Michaélis, conocido también como el Ángel rojo, quien hace muchos siglos dio rienda suelta a su obsesión por castigar en nombre de Dios a decenas de infortunadas pecadoras. 

RESEÑA 

Tras leer varios libros de la saga Sharko&Hennebelle, sentía mucha curiosidad por saber el pasado del comisario y qué demonios torturaron su mente. El ángel rojo, escrito en primera persona, desde el punto de vista de Franck Sharko, nos sitúa en ese momento y nos mete de lleno en un mundo lleno de crueldad. 

No es una historia agradable, ya que Thilliez detalla las torturas de las víctimas, creando una atmósfera angustiante, cortando la respiración conforme lees y, a pesar de que, escribir en primera persona es muy arriesgado, el autor consigue adentrarte en la mente del principal protagonista, Sharko. 

Es uno de estos libros, que te mantiene en vilo hasta el final, Thilliez sabe jugar muy bien al gato y al ratón y no es hasta casi terminando esta historia cuando descubres quien es el asesino.  

Todo ello le sumamos la desesperación del comisario por encontrar a su esposa, Suzanne, secuestrada por el ángel rojo. 

Esta historia nos adentra en la cara menos agradable de París, la cara oscura que se esconde tras las tinieblas, donde el mal acampa a sus anchas. 

También nos habla de los peligros de internet y de como cualquiera puede ser un criminal, oculto tras una pantalla, tengamos en cuenta, que el libro se escribió a principios del 2.000, cuando todavía no estaban las redes tan presentes en nuestras vidas. 

Como ya he dicho algunas veces, Thilliez tiene una forma de narrar dura, sin filtros y hay algunas escenas, que ponen la carne de gallina por su dureza, quiero destacar su minucioso trabajo de investigación antes de lanzarse a escribir. 

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