Sittaford House es una mansión localizada en una pequeña ciudadela de la campiña inglesa. Su dueño, Joseph Trevelyan, la alquila durante el invierno a las señoras Willet, madre e hija, y él se muda a la ciudad más próxima.
Alrededor de la mansión existen seis casas menores, construidas y vendidas o alquiladas por Trevelyan. Las nuevas moradoras de la mansión quieren establecer buenas relaciones con los vecinos y los invitan frecuentemente para tomar té y jugar en las frías tardes del invierno inglés.
Una tarde deciden jugar ouija para así comunicarse con los espíritus y reciben un mensaje: “el Sr. Trevelyan fue asesinado justo en aquel instante”. Su mejor amigo, que vive en una de las casas y que participaba del juego, se precipita a la ciudad en medio de una nevada y a su regreso confirma que su mejor amigo ha muerto.
Un sobrino de Trevelyan es acusado de asesinarlo, mientras su novia, Emily Trefusis, junto a un periodista, Charles Enderby, no se dan por vencidos. Van a la ciudadela de Sittaford a investigar la situación para probar la inocencia de su amado.
Reseña
Agatha nos presenta un idílico paisaje, con una localidad encantadora y un crimen elegante, exento de sangre y vísceras. Aquí la investigación la llevan a cabo, la novia del sospechoso y un periodista, la primera quiere a toda costa probar la inocencia de su amado y el segundo, reconocimiento.
Cada uno de los personajes tiene motivos para haber asesinado a Trevelyan y conforme lees, se descubre que oculta cada uno.
El autor del crimen hace una jugada magistral y amaña una sesión de espiritismo, muy de moda en la época en la que está ambientada el libro.
Con calma y dejando todos los cabos atados, se rebelará quien y porqué mató a la víctima.
Aunque he echado en falta a Miss Marple y Poirot, habituales de Agatha Christie, admito que, aunque al principio no conseguía empatizar con la señorita Trefusis y Enderby, porque me parecían algo vacíos, conforme iba leyendo se han ganado mi respeto.
Recomiendo este libro si te gusta el cozy crime y los ambientes rurales, por mi parte, he disfrutado de la trama, porque te va dejando pequeñas pistas e incluso te marea hasta llevarte la sorpresa final de quien menos esperas, es el autor o autora del asesinato.