En Uno equis dos, el director Alberto Utrera nos lanza a una historia que empieza como una comedia de amigos pero que, poco a poco, se va transformando en un thriller inesperado, lleno de tensión y giros oscuros. La película sigue a Chino (Paco León) y Josu (Raúl Tejón), dos amigos de toda la vida que llevan años apostando en la misma quiniela, soñando con dar el golpe de suerte. Y justo cuando parece que la fortuna finalmente les sonríe, tienen 12 de 13 resultados acertados, el último partido es el que podría cambiarlo todo. Pero claro, lo que comienza como una celebración entre amigos se convierte en una prueba de fuego sobre lealtad y principios.

La película juega con el dilema de siempre: ¿qué pesa más, la amistad o la oportunidad de hacerte rico? La química entre Paco León y Raúl Tejón es evidente, logrando transmitir esa complicidad de años, que empieza a desmoronarse cuando el dinero entra en la ecuación. Utrera aprovecha este tirón para crear una narrativa rápida, con diálogos ingeniosos y situaciones que, aunque algo exageradas, siguen siendo bastante creíbles. Pero la gran sorpresa llega cuando la película da un giro radical y lo que parecía ser una comedia ligera se convierte en un thriller intenso, donde la violencia y la desesperación empiezan a escalar rápidamente.
Aunque la amistad sigue siendo un tema central, lo que realmente destaca es cómo las relaciones personales, en especial las sentimentales, pueden desmoronarse cuando el dinero y la avaricia entran en juego. Un malentendido entre los personajes desencadena una espiral de caos que cambia por completo la historia. En cuanto al reparto secundario, Kimberley Tell y Adam Jeziersky le aportan frescura y equilibrio a la trama, mientras que la dirección mantiene un ritmo ágil, sabiendo exactamente cuándo romper con las expectativas del espectador.
Uno equis dos no reinventa la rueda, pero logra engancharte con una historia sencilla que se va complicando y volviendo mucho más intensa de lo que imaginabas al principio. Al final, te deja pensando que a veces, las apuestas más grandes no son las que haces en un boleto, sino en las relaciones que decides mantener o dejar atrás. Si te gustan las historias que empiezan ligeras pero terminan en un torbellino de caos, violencia y sorpresas, esta es para ti.
Reseña realizada por Andrea Sancho