RESEÑA DEJA QUE OCURRA 1. TODO LO QUE NUNCA FUIMOS

«Leah está rota. Leah ya no pinta. Leah es un espejismo desde el accidente que se llevó a sus padres.
Axel es el mejor amigo de su hermano mayor y, cuando accede a acogerla en su casa durante unos meses, quiere ayudarla a encontrar y unir los pedazos de la chica llena de color que un día fue. Pero no sabe que ella siempre ha estado enamorada de él, a pesar de que sean casi familia, ni de que toda su vida está a punto de cambiar.
Porque ella está prohibida, pero le despierta la piel.
Porque es el mar, noches estrelladas y vinilos de los Beatles.
Porque a veces basta un “deja que ocurra para tenerlo todo».

Hace ya un tiempo que esta bilogía vio la luz, pero hasta ahora no he podido perderme en sus páginas y enamorarme de nuevo de la pluma de Alice Kellen. Todo lo que nunca fuimos es la primera parte de la bilogía Deja que ocurra, tan llena de significado y sentimiento que es imposible no sentirse identificado con alguno de sus pasajes.

Los protagonistas se definen con claridad: Axel y Leah.

Axel tiene veintinueve años, tiene un humor ácido, es muy independiente, le gusta la soledad, el surf y charlar con los amigos mientras “no se fuma” un cigarro. Conoció a Oliver con solo ocho años, se convirtieron en hermanos, y vio nacer a la protagonista femenina de esta historia: Leah. Esa criatura se convirtió poco a poco en una chica que adoraba pintar y que tenía un estilo muy personal. Siempre tenía una sonrisa en la cara y una chispa especial en los ojos… hasta que sus padres murieron y todo cambió. Ahora, Oliver debe cuidar de su hermana, que está sumida en una profunda depresión, y para ello tiene que viajar a Sidney durante tres semanas al mes. De esa manera, ganará el dinero suficiente para que su hermana, que ahora tiene diecinueve años, pueda ir a la universidad sin preocuparse por nada. El problema es que solo hay un sitio donde Oliver quiera dejarla: la casa de Axel, de quien Leah siempre estuvo enamorada.

Una de las cosas que más me gustan de las novelas de Alice es que están impregnadas de lecciones y reflexiones. Aquí no todo gira en torno al amor o no amor de Leah y Axel, sino también alrededor de la superación de una muerte prematura. Alice reflexiona sobre el dolor a través de los ojos de Leah, sobre la muerte desde la perspectiva de Axel, y sobre las segundas oportunidades desde ambos. Habla sobre el surgimiento del amor sin esperarlo, de cómo la vida puede torcerse en cualquier momento y debemos ser fuertes para encajar el golpe y devolvérselo de la mejor forma posible: continuar viviendo y tratar de ser felices. Axel será el ancla de Leah, quien la empuje a enfrentarse a su dolor, a asumirlo y a darse la oportunidad de disfrutar de la vida.

Otro de los aspectos que más me hacen disfrutar es la elegancia y la delicadeza que tienen las escenas subidas de tono. Nada es forzado, todo ocurre por algo. Y tampoco es perfecto, solo se adapta a como son los personajes. Un amor que se cuece a fuego lento, unos sentimientos que no existían o estaban aletargados, una relación abocada al fracaso, el nacimiento de una nueva esperanza… Todo lo que nunca fuimos tiene los ingredientes necesarios para engancharte y hacerte suspirar.

Si buscas una lectura perfecta para enfrascarte en ella y no soltarla hasta la última página, si adoras los romances, la sensualidad y los amores de la niñez, esta es tu novela.

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