«Cuatrocientos años han pasado desde la Gran Guerra que asoló el mundo de Lirlath. Una guerra que puso fin a la era dorada de los héroes.
En tanto que los dioses celebran banquetes de ambrosía, los tambores de una nueva contienda amenazan, una vez más, con volver a retumbar en los corazones de los inocentes. Fuerzas oscuras llevan tiempo moviendo sus fichas en aquel improvisado tablero mortal y nadie salvo, Zhine, el Tejedor, parece haberse percatado de ello.
El joven Kai está a punto de iniciar la peregrinación al templo de la diosa del viento. Para ello contará con la ayuda de su abuelo y de otros compañeros que se le unirán a lo largo del viaje. Descubrirá que el mundo es mucho más grande de lo que hubiera podido imaginar, lleno de luz y oscuridad, magia y acero, lealtades inquebrantables y las más terribles traiciones.
Cuando los secretos se revelan, el pueblo descubre que la paz es una utopía en un mundo de mentiras».
He pensado mil veces cómo comenzar esta reseña, pero lo cierto es que ninguna de las formas que se me ocurren le hacen justicia a la historia que Fernando Sanz ha creado. Amantes de la fantasía épica, de las historias que os atrapan y no os sueltan jamás, no hagáis scroll y seguid leyendo, porque Fernando nos promete un viaje que va más allá de lo imaginable.
Lo primero que se nos presenta es un prólogo que nos hace presagiar que todo se va a pique: una lucha encarnizada, unos héroes que lo dan todo y unas armas legendarias que prometen ser la pieza clave para que el mundo sobreviva. Y lo hace, pero ¿a qué precio?
Nuestro protagonista es Kai, un chico que no tiene ni idea de que la diosa del Viento le ha escogido para ser su paladín; o, al menos, para intentarlo, pues no es el único candidato a optar por ser el elegido y portar su poder en la Tierra. Su monótona vida en el pueblo junto a su abuelo da un giro de ciento ochenta grados el día que aparece en su casa su hermano, alguien con un don especial que le enseñará —o lo intentará— a ser cauto y justo, y que le guiará hacia el templo de la diosa del Viento. En su camino, tratará con reyes, chicas temperamentales y toda clase de criaturas. Deberá enfrentarse a unas duras pruebas donde su cuerpo sufrirá, pero será su mente la que lleve todo el peso de sus decisiones.
Mientras tanto, antiguas criaturas de la oscuridad y moradores del caos despiertan bajo tierra y amenazan con desestabilizarlo todo. Desde una armadura legendaria impregnada en magia oscura hasta saltos al vacío, magia, elfos y dragones… Lirlath ha aterrizado con fuerza para elevarnos hasta un mundo en el que todo es posible y nadie está a salvo.
Se nota que Fernando lleva trabajando muchos años en esta historia, puliéndola hasta ser lo que es hoy en día. La riqueza léxica y gramatical son solo la punta del iceberg; debajo se esconde una pluma que nos traslada a un mundo fantástico lleno de peligros. No es una historia cualquiera, no estamos ante un libro de fantasía cualquiera: estamos ante un verdadero descubrimiento para la literatura fantástica española.
La pregunta es: ¿cuándo podremos disfrutar de la segunda parte?
Por suerte, podemos releer la primera entrega una y otra vez en Amazon, tanto en formato físico como en formato digital. Una obra que hace las delicias de los amantes de El Señor de los Anillos, Juego de Tronos o Nacidos de la Bruma.