«¿Y si la vida no te da la oportunidad de decir lo que un día no te atreviste?Sin apoyos y con todo en contra Becca está dispuesta a arriesgarse por mantener a su lado a la única persona por quien ha sido capaz de enfrentarse a Miguel.A punto de lograrlo, rozando esa nueva vida soñada con la punta de los dedos, un duro golpe del caprichoso destino la volverá a colocar en una tómbola en la que todas las papeletas juegan en su contra, una milésima de segundo que dará un giro de 180 grados a todo cuanto había logrado y que pondrá en peligro la vida de quien le ha devuelto la felicidad.Unas palabras que nunca llegó a pronunciar, una mentira que sostener, una decisión que mantener y, otra vez, volver a conformarse con lo que la vida le ofrece por encima de su propia felicidad».
¡Y aquí tenemos el final de la biología Valientes! Qué tensión, qué vaivén de emociones, ¡qué todo!
Después de enterarnos del destino de Miguel, Becca se enfrenta a una de las decisiones más difíciles de su vida. Una parte de ella continúa pensando que no merece la felicidad de la que goza junto a Adrián. Está decidida a cerrar heridas, aunque sus amigos no lo comprendan. Eso es algo que, la verdad, me ha molestado un poco. El afán de sobreprotección de todo el mundo hacia Becca me ha resultado un poco tóxico, aunque entendiese sus motivos para mostrarse susceptibles.
La relación entre Becca y Adrián dará un giro de 180 grados debido a cierto accidente… Se me ha roto el corazón cada página que he leído después de ese evento. Drama en estado puro, y un motivo más para que Becca crea que lo suyo está abocado al fracaso. Suerte que tiene junto a ella a Dani (que parece que ya no le da tanto miedo sentar cabeza) y a Esther (que al fin abre los ojos a la realidad de su relación con Lucas).
Una de las cosas que más me ha gustado de esta segunda parte es cómo me ha mantenido en vilo capítulo a capítulo. Una de las cosas que he echado en falta ha sido ver a Miguel arrastrándose en el barro de su fracaso. Me habría gustado deleitarme un poco más en eso. También he echado en falta un poco más de la relación de Becca con su padre; solo sabemos que es tirante y se les ve interactuar brevemente en un par de ocasiones, pero creo que Becca necesitaba soltar todo lo que tiene dentro respecto a él. Por otra parte, conocer a Marie ha sido todo un acierto, algo que no esperaba en absoluto y que me ha dejado con un buen sabor de boca.
Valiente ahora, aquí y contigo culmina de forma maravillosa la relación de Becca y Adrián. Cómo han evolucionado es lo que más he disfrutado de la lectura. Dafne ha vuelto a cautivarme con su pluma, así que seguro que veréis más reseñas suyas por aquí.
Espero que le hayáis dado una oportunidad a esta historia y si aún no lo habéis hecho, ¿a qué esperáis?