Hit Man – Nunca ligar había sido tan peligroso

Gary Johnson es un profesor de instituto al que le encanta observar pájaros. En Pasaporte Akihabara somos grandes ornitólogos y por eso nos hemos interesado por la vida del protagonista de Hit Man, la nueva película de Richard Linklater que celebramos haber podido ver gracias a Diamond Films y que se estrena el día 7 de junio en cines.

Como ya hemos podido adelantar, el protagonista de Hit Man, interpretado por el nuevo novio de América, Glen Powell, se llama Gary Johnson. Pero también responde al nombre del manitas Tanner, del chofer privado Nico, del taxidermista Dean o del asesino a sueldo Ron. Las muchas identidades que Johnson se coloca en su búsqueda de poder ser de ayuda a la policía como soplón y así lograr escapar de su monótona vida han sido un reclamo que se ha utilizado como publicidad para la película de una forma triunfal y que, dentro de la pantalla, sin embargo, han mutado en algo terriblemente desaprovechado. Sí, de acuerdo, hemos visto Hit Man, no Múltiple, pero uno siempre espera que aquello que ha hecho tanta gracia en la insistente publicidad no sea solo un señuelo para llevarnos al cine (que ilusos, ¿verdad?). Aunque si de algo peca esta película es de unos métodos publicitarios mucho más sobresalientes que el propio largometraje y que, seguramente, sin todas esas reseñas que la tachan de «obra maestra» en periódicos y revistas de cine, brillaría más por sí sola, en lugar de opacarse a causa de las expectativas exacerbadas que se generan en un momento en el que las salas de cine gritan «socorro». ¿Se les puede incriminar tal desesperación cuando Furiosa, Civil War y El planeta de los simios, que eran de las apuestas más taquilleras de este año, han tenido tan poco público? Culpas aparte a los varios motivos por los que las audiencias caen en picado (un tema que requeriría de un tiempo que no tenemos), uno usa las armas que posee, supongo. Eso bien lo sabe Ron, nuestro asesino a sueldo.

Expectativas a un lado, Hit Man es una película que queda un poco en tierra de nadie. No tiene suficiente acción como para considerarse dentro de ese género, pero tampoco cumple del todo como película romántica, entre otras cosas, porque desaprovecha varias ocasiones para potenciar enredos propios de este tipo de largometrajes y que, como parte de una fórmula, suelen funcionar para generar situaciones más dinámicas y alocadas. Reconozco que no soy la mayor fan del género, pero siguiendo la estela de Powell, Cualquiera menos tú parecía tener bastante más claro lo que tenía entre manos. Sin embargo, como sabemos, hay defectos que pueden ser también vistos como virtudes y, precisamente, no venderse a clichés más obvios puede jugar tanto en el equipo perdedor como en el ganador.

Linklater, al igual que Powell (que es también guionista), crea una estructura por la que Johnson te va guiando como guía a sus alumnos sobre lo que implica el ello, el yo y el superyó, aprendiendo su protagonista por el camino la lección propia que él imparte sobre ser uno mismo y disfrutar la vida, encontrando las proporciones idóneas entre lo que uno es y lo que quiere ser. Y es que, ¿quién no querría ser un falso asesino a sueldo para salir con Adria Arjona?

Así que, si lo que necesitáis es una película desenfadada o que Glen Powell os de una clase sobre amor propio (sobre cualquier tipo de amor, ya puestos), no dejéis de echarle un vistazo al tráiler de Hit Man para contarnos, este 7 de junio, si sois más de Gary o de Ron.

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