HUNT – La eterna caza del espía.

Sinopsis de la película:

Corea del Sur, 1980. Tras el asesinato del presidente Park por la agencia de inteligencia coreana, el ejército vuelve a hacerse con el poder. Corea del Norte lo ve como una oportunidad para una invasión futura y envía a uno de sus espías. Dos altos cargos de la seguridad surcoreana tienen la misión de perseguir al infiltrado. Así comienza una terrible carrera contrarreloj. La situación de las dos Coreas está al borde de la implosión y los dos agentes, en el transcurso de su investigación, sacarán a la luz importantes secretos que amenazan con cambiar el curso de la historia del país…” (vía FILMAFFINITY)

Nominada a mejor película en el Festival de Sitges del año 2022 y estrenada únicamente en 8 cines de toda España. Si tienes suerte, desde el 4 de enero la tienes en la gran pantalla.

Con sus 125 minutazos de largometraje, Lee Jung-Jae se estrena como director en esta película coreana de acción y espionaje que reta al espectador a aguantar la respiración en alguna que otra secuencia. Rodada con un mimo que se aprecia en cada detalle, nos encontramos ante una cinta con una temática algo ya conocida por aquellos que amamos el cine coreano en general y es la historia que hay detrás de los años 80 en Corea del Sur. Al final, nos están mostrando casi la misma historia, pero siempre desde otra perspectiva o punto de vista. Pero es cierto, que si conoces un poco la historia de este país y los sucesos que ocurrieron por aquellos años, estarás completamente pletórico por todo lo que te cuenta y no te perderás en absoluto con todo lo que quiere contar.

En esta cinta encontramos múltiples referencias y algunos guiños a otras cintas conocidas como “1987: when the day comes”, “May 18” y “A taxi driver” entre otras. Las escenas de acción tienen una carga emocionante bastante asfixiante y están tan bien construidas como las coreografías entre actores. Igual ocurre con el contexto político, histórico pero también el dramático de los sucesos contados. La crudeza y sinceridad con la que se muestran los hechos y la trama hace que, aunque en alguna ocasión te puedas perder, todo tenga su causa y razón de ser hacia el final de la película. El duo que hacen Lee Jung-Jae y Jung Woo-Sung es simplemente magnífico y se palpa en el ambiente, no solo lo carismáticos que son como actores, sino también la gran química que hay entre ellos y la amistad que comparten fuera de pantalla.

Si hay algo que derroche Lee Jung-Jae es esa fuerza, confianza y seguridad en sí mismo y en lo que quiere contarnos. Puedo decirte con toda franqueza que deberías agarrarte bien al asiento y prepararte para unos giros que puede que no te veas venir. El guión está magníficamente bien construido, la BSO (de Cho Young-Wook) y fotografía (Lee Mo-Gae) muy cuidadas y mimadas. En conjunto se nota cuando le ponen mucho cariño a una película, a su historia… y este es el caso.

Al final, vamos a estar durante dos horas ante el juego del ratón y el gato, que te hará cuestionar una y otra vez quién es el “topo” o espía entre ellos, dando puerta a un final que deja completamente fuera de juego al espectador pero que resulta efectivo, emocionante y deja tan buen sabor de boca que es imposible no amarla en su conjunto. Ahora solo nos queda cruzar dedos para que salga en formato físico y poder añadirla a nuestras estanterías.

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