Netflix nos trae esta serie surcoreana que hará las delicias de muchos de vosotros.
Kim Mi Mo sueña desde niña con ser bailarina. Baila en su habitación a escondidas, baila en los concursos de talentos del colegio, baila siempre que puede. Sin embargo, hay algo que juega en su contra y que todo su entorno, incluida su madre, le recuerda cada día. No es guapa, no entra en los estándares de belleza del país.
Y es que, si conocéis un poco la cultura de Corea del Sur, sabréis que la apariencia física lo es todo y que las operaciones estéticas están a la orden del día.
La adulta Mi Mo, a pesar de tener su aburrido trabajo de oficina, no se conforma y decide bailar como la chica enmascarada, y aunque al principio le va muy bien, la cosa no termina como ella espera, ya que se cruzan algunas muertes en su camino.
A lo largo de los 7 capítulos se nos presenta la evolución de Mi Mo. Podríamos decir que encontramos tres partes bien diferenciadas: su vida como la chica enmascarada que baila a través de web cam, su vida después de la muerte de los tres hombres y su vida cuando entra en juego su hija. Además, en cada episodio vamos a ver la perspectiva de cada uno de los personajes principales, haciendo que empaticemos con ellos y nos vayamos sorprendiendo con el desarrollo de la historia, ya que esta no se cuenta de manera lineal.
Mi Mo lucha por su supervivencia en cada capítulo, pero llega un punto en que se ve superada por la presión social y esto puede con ella. Y es que una vez más, vemos cómo funciona la sociedad coreana. Cuando algo o alguien se sale de los límites, fuera de lo que ellos consideran como lo aceptable (lo normal) la sociedad coreana ejerce presión, bien a nivel de país por temas políticos o bien a nivel de grupo social contra una persona del barrio o del trabajo.
La historia Mi Mo pasa de ser una historia de una chica que solo quiere bailar a una buena historia de venganza. Si bien no quiero hacer spoiler, cuando entra en escena la hija de Mi Mo, la vena maternal sale a flote y ya no lucha por su supervivencia, sino por la de su hija. Y la venganza se vuelve de dos direcciones.
Desde luego la serie lo tiene todo: momentos tiernos, partes donde se convierte en una historia policíaca de las buenas y escenas donde si tiene que haber sangre, no se cortan en enseñar.
Si estás buscando una serie corta, rápida de ver y entretenida, La chica enmascarada es una buena opción para pegarte un buen maratón.