Wilhelm, reacio a aceptar sus nuevas responsabilidades como miembro de la realeza, teme que su título le haga renunciar a todo lo que le importa.
Tras dejarnos en tensión al final de la primera temporada, Jóvenes Altezas vuelve esta segunda para seguir contándonos la historia de Simon, Wilhelm y el resto de sus compañeros en el internado sueco.
Después de romper con Simon tratando de bloquear que su relación saliera a la luz y Wilhelm tuviera que leer un comunicado desmintiendo toda relación con el video filtrado y a la vez con Simon por orden de la casa real en el final de la anterior temporada, Wilhelm está perdido y se arrepiente de muchas cosas. Pero tiene miedo y esta temporada no viene fácil para él.
Es el heredero al trono sueco y por lo tanto se espera de él que se case y tenga herederos, ya que es lo único que mantendría a la familia en el trono, pero sus intereses románticos son complicados. Esta temporada comienza con el príncipe volviendo al internado y encontrándose con sus amigos y Simon, mientras este trata de seguir con su vida y August hace lo mismo. Sara, Felicity y el resto de estudiantes siguen con sus vidas y sus propios problemas.
Hasta que las cosas vuelven a dar un giro y la vida de Wilhelm se convierte en una pesadilla y sin pensarlo más, toma una decisión que afectara a todos y cambiara su vida, le da un ultimátum a su familia y a la casa real. Pero estos no se lo toman nada bien y optan por la opción difícil para conseguir que las cosas vuelvan a ser como antes, sin contar con que el resto de estudiantes están ahí viéndolo todo y el príncipe no piensa dejar que hagan con él lo que quieran, sin tener en cuenta sus sentimientos ni lo que quiere.
En el colegio las cosas se complican, se hacen nuevas amistades y nuevos romances entre las paredes del internado que dan rienda suelta a los enamorados entre fiestas y clases. Nuevas tensiones y viejas tradiciones que el internado trata de dejar atrás son paradas por la casa real, castigando a quienes no debe. Y rompiendo su idea de avanzar hacia la modernidad.
Sara y sus amigas pasan por diferentes momentos, entre los que se acaban descubriendo algunos secretos, mientras ella guarda los suyos propios tras aceptar una beca completa para estudiar de forma interna en el colegio consiguiendo uno de sus sueños.
Esta segunda temporada está llena de altibajos para los protagonistas, los secretos, las mentiras, los nuevos amores y las viejas heridas siguen doliendo y no se lo pondrán nada fácil, no les queda más remedio que lidiar cada uno de ellos con sus problemas y resolverlos, si quieren conseguir lo que buscan.
Simon y Wilhelm siguen siendo la pareja protagonista de la serie, que también mantiene en vilo al resto de sus compañeros. El príncipe debe tomar una decisión que cambiara las cosas y la vida de todos. Pero tiene claro cuales son sus sueños y lo que haría por conseguirlos, una vez se entera de quién será el que ocupara el trono si no lo hace él.
Los actores repiten sus papeles de la primera temporada, regalándonos escenas brillantes y una música preciosa que en esta ocasión es una parte importante de la trama. Con Simon (Omar) bordando su papel de cantante dentro de la serie. Una segunda temporada cargada de tensión, miedos, altibajos importantes, que nos habla de salud mental y con giros inesperados, muy recomendada.
La segunda temporada está disponible en Netflix desde el 1 de noviembre.