«El futuro de Amber se ve truncado la noche en que es arrastrada a una misteriosa isla oculta al resto del planeta. Allí descubrirá un mundo medieval, cuna de la magia, donde los humanos conviven junto a seres de diferentes razas y practican la hechicería.
Mientras trata de regresar con su familia, tendrá que enfrentarse a retos, batallas y poderes que despiertan en ella, y se encontrará con personas que harán tambalear su decisión de abandonar ese lugar para siempre.
Adéntrate en Naztergos y descubre el hogar ancestral de los elfos, donde antiguas guerras fueron selladas con pactos que ahora penden de un hilo».
Este es el segundo libro que leo de Lara y, francamente, no decepciona en absoluto. Estamos ante una historia fresca, el inicio de una trilogía o saga apta para todos los públicos y capaz de dejarnos con la miel en los labios.
La trama gira en torno a Amber, una chica de quince años que arrastra la tristeza y el trauma de haber perdido a su madre cinco años atrás. Su vida da un giro con la aparición de la nueva pareja de su padre: Tidiel, una mujer que es mucho más de lo que aparenta. Quién le iba a decir a Amber que seguirla por un callejón la llevaría a un mundo nuevo, desconocido… y peligroso, sobre todo para personas con su color de ojos: violeta. A lo largo de la historia, viajaremos por Naztergos y conoceremos de primera mano el sistema de magia, la organización territorial e incluso, tradiciones de cada uno de sus pueblos.
El mundo que ha creado Lara es rico en detalles, de los que solo vislumbramos una parte en esta primera novela. Estoy segura de que ahondaremos muchísimo más en los siguientes libros. También hay que tener en cuenta el precioso mapa incluido en el libro y que, en mi opinión, siempre ayuda a localizar a los personajes.
Respecto a estos, tenemos a nuestra protagonista, Amber, una chica con un carácter bastante difícil de manejar; en ocasiones, sentía la necesidad de darle una buena colleja. Pero es sincera y sencilla, alguien que solo quiere que su familia sea feliz y llegará hasta donde sea necesario para conseguirlo. Podríamos tachar a Tidiel como coprotagonista, pues apenas se separa de Amber durante todo el viaje en este libro. También supone el nexo de unión entre la protagonista y Naztergos. Además, contamos con la presencia masculina de Zarek y Derestow, humano y elfo respectivamente. Ambos guardan sus secretos, pero son bastante diferentes: Zarek es un tipo pícaro y casi que descuidado, aparentemente, mientras que Derestow es un príncipe con fama de ligón y un legado del que ocuparse.
Además de estos cuatro personajes principales, tenemos la presencia de varios representantes de humanos, ninfas y elfos. Hay cierto personaje femenino que me cae fatal —cuando leáis el libro, estoy segura de que averiguaréis cuál es enseguida—, aunque admito que le da mucha más profundidad a otros con los que se relaciona. Tengo una teoría acerca de ella, veremos si se cumple.
La pluma de Lara, como siempre, es ágil y certera. No se anda por las ramas y da los detalles precisos, dejando todo lo demás a la imaginación del lector, al que envuelve con frases sencillas. Tiene la habilidad de saber transmitir con precisión los sentimientos de cada personaje, algo que se me antoja muy complicado sin entrar en el solapamiento entre personalidades.
En definitiva, ¿debéis leer esta historia? Sí. ¿Os va a encantar? Por supuesto. ¿Tenemos que animar a la autora a que saque pronto la segunda parte? Sin duda alguna porque todos, y yo personalmente, necesitamos saber qué es de Amber tras el final de la primera novela.
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